“Tantas veces en su vida, estos niños han sufrido el rechazo y la exclusión. Los múltiples fracasos, los abandonos y las defraudaciones les han llevado a dudar de sí mismo y de cualquier adulto que pretenda quererlos ayudar. La única manera de lograr un cambio verdadero es ofrecerles un amor profundo, personal e incondicional y una alternativa que puedan elegir libremente a la existencia de autodestrucción que viven en la calle. El niño cuya autoestima estaba al nivel cero a su llegada vuelve a creer en sí, a creer en los demás. La cirugía o terapia del amor ha provocado lo que parecía imposible: un cambio profundo que devuelve las posibilidades de una vida adaptada y feliz. Este proceso tan largo y difícil de la liberación no implica en ninguna forma debilidad, falta de exigencia de parte de los educadores o carencia de disciplina. Por el contrario, entender bien lo que vive el niño y sus necesidades, significa ofrecerle un marco de seguridad, de límites y de disciplina que tanto necesita para volver a encontrarse consigo mismo. Todo consiste en que a través de este laborioso y exigente proceso de autorregulación, el niño se sepa aceptado y querido.”
Jean-Louis Lebel – Fundador Presidente